Los datos que tenemos de la Inquisición en Las Parras de
Martín tienen origen principalmente en la tradición oral.
Según ésta, se habla de una mujer del lugar que madrugaba
para ir a venerar al diablo a las 5 de la mañana en la Era de las Brujas, a
cuyo lugar hacíamos referencia en una anterior entrada del blog. En dicha Era
de las Brujas podemos encontrar una cruz labrada en roca con objeto de proteger
contra los malos espíritus. En la subida hacia este lugar hay otra. Recuerdo de mi infancia la existencia de más cruces
similares en el lugar, pero han sido cubiertas por la tierra y la maleza y no
están visibles en la actualidad.
Por otra parte, siempre según tradición oral, el pairón(1)
era el lugar donde se quemaba a las brujas. La fuente que actualmente rodea a
este monumento y las placas de cerámica de alguno de sus costados se construyeron
en torno a 1990. En este lugar se localizan también tres crucifijos labrados en
la roca tosca de la pared de una de las casas aledañas.
En 1755 consta un documento de información genealógica del
presbítero Baltasar Colás, natural de Las Parras de Martín (Las Parras del Río
Martín según dicho documento), como pretendiente a comisario del Tribunal de la
Inquisición de Corte. Dicho documento se halla inventariado en el Archivo
Histórico Nacional. Es el único documento escrito del que tengo constancia.
(1) Como indicaba en un artículo del periódico ‘El Pairón’, prefiero utilizar el término ‘pairón’ en vez de ‘peirón’ (como es
comúnmente conocido), por similitud fonética con su tradicional pronunciación
por parte los habitantes del pueblo.
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